El Departamento de Justicia, en conjunto al de Seguridad Nacional de Estados Unidos, anunció una nueva investigación ante las recientes denuncias que ha habido sobre trato inhumano a inmigrantes en la frontera con México. De acuerdo con el portavoz del Consejo de Seguridad Nacional de la Casa Blanca, John Kirby, ambos gabinetes están evaluando la situación.

Más temprano, la Casa Blanca, políticos y grupos civiles repudiaron la política fronteriza del Gobierno de Texas, liderado por el republicano, Greg Abbott, luego de que varios medios de comunicación en Estados Unidos denunciaron que varios policías de ese estado recibieron órdenes de negar agua a migrantes y de devolver incluso a niños y bebés a las aguas del río Grande en la frontera con México.

De acuerdo a los informes, los soldados y policías desplegados en la frontera de Texas con México, que es un programa apoyado por el gobernador de Florida, Ron DeSantis, tras el fin del Título 42, habrían recibido órdenes del Departamento de Seguridad Pública estatal para empujar a inmigrantes hacia el Río Grande, para evitar que entren a territorio estadounidense.

En palabras de John Kirby, son acciones inhumanas por parte de las autoridades federales de Texas que habrían ocasionado que una madre y sus dos hijos que intentaban cruzar a El Paso, Texas, se quedara atrapados en una zona del río Grande, entre otras cosas.

Además de ese caso, CNN también reportó el intercambio de correos electrónicos, donde se indica que un hombre resultó con una severa laceración en la pierna, cuando intentaba rescatar a su hijo de un alambre de púas colocado en una boya en el Río Grande.

Además, el congresista dijo que Twitter que estos hechos son una “barbarie” las acciones del gobernador Abbott, con el secretario de Estado, Antony Blinken y le urgió a la Administración a intervenir y a retirar las trampas mortales que Abbott ha instalado, en nombre de los derechos humanos.