La tensión se elevó en el noveno día de protestas en Guatemala con la decisión del gobierno de movilizar el martes de policías antimotines para tratar de contener a los miles de manifestantes, en su mayoría indígenas y campesinos, en zonas de la periferia capitalina mientras la Organización de Estados Americanos sesionaba en rechazo a las acciones de la fiscalía contra el proceso electoral.

Decenas de policías arremetieron contra manifestantes pasado el mediodía del martes en un sector urbano de Ciudad de Guatemala, siguiendo órdenes del ministro de Gobernación, Napoleón Barrientos, quien ya había anunciado más temprano que movilizaría la fuerza pública para controlar las protestas que bloquean vías de acceso a la capital y carreteras de todo el país.

Ante la confrontación policial, aparecieron más ciudadanos que impidieron el desalojo de la manifestación.

Las protestas comenzaron la semana pasada y en ellas se reclama la renuncia de la fiscal general, Consuelo Porras, a la que señalan de intentar evitar por vía judicial que el presidente electo Bernardo Arévalo asuma el cargo en enero próximo.