El gobierno británico planea endurecer su sistema de asilo en una serie de cambios radicales inspirados en Dinamarca, que tienen como objetivo reducir la inmigración y calmar la tormenta política sobre los migrantes que cruzan peligrosamente el Canal de la Mancha para entrar al país sin autorización.
Los cambios de política que serán anunciados por la secretaria del Interior Shabana Mahmood el lunes en la Cámara de los Comunes son otro intento de hacer que el Reino Unido sea menos atractivo para quienes buscan refugio y facilitar la expulsión de migrantes que no califican para el asilo.
Mahmood afirmó que era una misión moral controlar las fronteras y reunir a un país dividido en el tema que ha ayudado a impulsar el ascenso del partido de extrema derecha Reform UK, aunque como hija de migrantes negó que el gobernante Partido Laborista de centroizquierda estuviera adoptando los puntos de vista de la extrema derecha.
“La gente puede ver una gran presión en sus comunidades y también puede ver un sistema que está roto, donde las personas pueden eludir las reglas, abusar del sistema y salir impunes”, dijo Mahmood a la BBC.
Gobiernos sucesivos han fracasado en detener el flujo de migrantes a las costas británicas a través de una variedad de esfuerzos que incluyeron el plan del anterior gobierno conservador de enviarlos a Ruanda para el procesamiento de asilo, que nunca entró en vigor. Esa política fue descartada el año pasado cuando el primer ministro Keir Starmer del Partido Laborista fue elegido y prometió tomar medidas enérgicas contra las bandas de contrabando de migrantes.
Aunque el número de llegadas en pequeñas embarcaciones ha aumentado, representan una fracción de la inmigración total, ya que la mayoría de las personas ingresan al Reino Unido legalmente, con visas. La migración neta —el número de personas que ingresan al Reino Unido menos las que se van— superó las 900.000 en el año hasta junio de 2023, según cifras oficiales. El aumento fue impulsado en parte por cientos de miles de personas que huyen de la guerra en Ucrania y la represión de China en Hong Kong.
La migración neta se situó en 431.000 en el año hasta junio de 2025, según la Oficina Nacional de Estadísticas, una disminución del 49,9% respecto a 860.000 un año antes.
























