Mientras la mayoría de sus compañeros de partido pretenden desafiar a las deportaciones masivas de inmigrantes plateadas por Donald Trump en el arranque de su administración, Henry Cuellar, congresista demócrata por Texas, anunció que viajará a Washington para ponerse a las ordenes por Tom Homan, nuevo zar fronterizo.
Durante una entrevista concedida al diario The Hill, el demócrata quien desde se desempeña como representante por el distrito 28 del Congreso de Texas, dio a conocer estar listo para plantearles a los republicanos en el gobierno sus ideas para comenzar a echar a andar la repatriación de inmigrantes que desean y cederle el problema a México.
“Podemos deportar a personas rápidamente bajo el Título A, podemos hacer que se queden en México, podemos hacer muchas cosas con políticas que pueden funcionar de inmediato.
De hecho, me estaba comunicando con Tom y hablamos de reunirnos en algún momento cuando regrese a DC en la próxima semana o así, y creo que podemos encontrar muchos puntos en común”, mencionó.
El político de 69 años a quien en mayo se le acusó por presuntamente haber recibido un soborno de más de medio millón de dólares a través de su esposa, en una operación que involucra a un banco mexicano y una empresa de petróleo y gas controlada por Azerbaiyán, reiteró poner todo de su parte para contribuir a echar del país a las personas que, con órdenes de repatriación definitiva, siguen en la Unión Americana.
“Tom sabe qué es lo que se necesita para funcionar, y yo puedo compartir con él mi experiencia. Es interesante que Tom y yo estemos hablando. Puede que no estemos de acuerdo en todo, pero sin duda podemos estar de acuerdo en deportar rápidamente a los criminales, a los agentes de seguridad nacional, a los 1,3 millones de personas que tienen una orden de deportación definitiva y que siguen aquí.
Algunos de los que cruzaron recientemente son de las personas a las que debemos prestar atención. Por lo tanto, hay muchas cosas que creo que podemos hacer”, advirtió.
Henry Cuellar incluso afirmó haber hablado con otros demócratas para que se decidan a dar el mismo paso y cerrar filas con la administración de Donald Trump.
“Les dije a algunos demócratas que se pueden poner de acuerdo sobre la deportación de criminales. Algunos de ellos dudaron. Y les mencione que sería un error si los demócratas ni siquiera pueden ponerse de acuerdo sobre la deportación de criminales”, aseguró.