Un día después de un mortífero ataque aéreo israelí en el norte de Líbano —lejos de la principal zona de influencia de Hezbollah en el sur y el este—, el líder en funciones del grupo miliciano afirmó que apuntaría cohetes contra más zonas de Israel.
Naim Kassem afirmó que Hezbollah está resuelto a “herir al enemigo”, y dio a entender que intensificaría sus ataques más al sur de Israel, mencionando las ciudades de Tel Aviv y Haifa, que ya han sido blanco de atentados.
Hizo estos comentarios en un discurso televisado pregrabado pronunciado el mismo día en que Estados Unidos comunicó que había enviado un pequeño equipo de tropas a Israel para apoyar un sistema de defensa antimisiles de fabricación estadounidense. El gobierno del presidente Joe Biden también ha enviado una advertencia a Israel: debe aumentar la cantidad de ayuda humanitaria que permite entrar en Gaza en los próximos 30 días o podría arriesgarse a perder el acceso a la financiación estadounidense para armamento.
Se calcula que Hezbollah ha disparado 13.000 cohetes contra Israel en el último año en apoyo de la guerra de Hamás contra Israel en Gaza. Decenas de miles de israelíes del norte se han visto desplazados de sus hogares por esos ataques, e Israel ha dicho que su guerra contra Hezbollah tiene como objetivo detener esos cohetes para que las familias puedan regresar a sus hogares.