Southwest Airlines volvió a cancelar miles de vuelos el martes tras la fuerte tormenta invernal que arruinó los planes de viaje navideños en todo Estados Unidos, y el gobierno federal dijo que investigará por qué la compañía iba tan a la zaga de otras aerolíneas.
Un día después de que la mayoría de las aerolíneas estadounidenses se recuperaron de la tormenta, Southwest suspendió otros 2.600 vuelos en la costa este hasta media tarde. Esos vuelos representaban más del 80% de los 3.000 viajes cancelados el martes en todo el país, según el servicio de seguimiento FlightAware.
Y el caos parecía que iba a continuar. La aerolínea también canceló 2.500 vuelos para el miércoles y casi 1.200 para el jueves.
En los aeropuertos donde opera Southwest, los clientes hacían largas filas con la esperanza de encontrar un asiento en otro vuelo. Algunos intentaron alquilar coches para llegar antes a sus destinos. Otros encontraron sitios para dormir en el piso. Las maletas se amontonaban en pilas enormes.
Conrad Stoll, un obrero de la construcción jubilado de Missouri, tenía previsto volar de Kansas City a Los Ángeles para asistir al 90mo cumpleaños de su padre, hasta que su vuelo de Southwest fue cancelado a primera hora del martes. Dijo que tampoco podrá ver a su madre de 88 años.
“Fui allá en 2019, y ella me miró y me dijo: ‘No voy a volver a verte’”, relató Stoll, quien tiene 66 años.
Stoll espera tener otra oportunidad de ver a sus padres en primavera, cuando el tiempo sea más cálido.
La aerolínea, con sede en Dallas, tenía poco nuevo que decir sobre sus males. La compañía no ofreció ninguna actualización el martes por la mañana, y la información sobre las cancelaciones se actualizó por última vez en el sitio web de la compañía el lunes.
Los problemas comenzaron el fin de semana y se agravaron el lunes, cuando Southwest canceló más del 70% de sus vuelos.
Eso ocurrió cuando ya había pasado lo peor de la tormenta. La aerolínea dijo que muchos pilotos y auxiliares de vuelo estaban fuera de posición para trabajar en sus vuelos. Los dirigentes de los sindicatos que representan a los pilotos y auxiliares de vuelo de Southwest culparon al anticuado software de programación de tripulaciones y criticaron a la dirección de la compañía.
























