La aviación israelí bombardeó el domingo el Valle de la Bekaa, un bastión del grupo chií Hizbulá en el este del Líbano alejado de la frontera común, en medio de una creciente tensión regional tras el ataque iraní con más de 300 drones y misiles perpetrado anoche contra el Estado judío.
El bombardeo por parte de “cazas enemigos” tuvo como objetivo la aldea de Nabi Chit, en el distrito de Baalbek, una zona que ya había sido atacada en algunas ocasiones durante los últimos dos meses de enfrentamientos, informó el diario digital Al Ahed News, propiedad de Hizbulá.
Según la Agencia Nacional de Noticias (ANN), los proyectiles alcanzaron un edificio en la localidad, que quedó destruido a causa del impacto, mientras que las fuerzas de seguridad han acordonado la zona sin que por el momento se haya informado todavía de víctimas.
La acción se produce después de que Irán lanzara el sábado un gran número de misiles y drones hacia Israel, en respuesta al bombardeo que hace dos semanas destruyó su consulado en Damasco y acabó con la vida de siete miembros de la Guardia Revolucionaria, entre ellos dos destacados generales.
El Líbano encabeza los países en mayor riesgo de verse arrastrado ante una potencial escalada regional derivada de ese ataque sin precedentes, ya que Hizbulá -estrecho aliado de Irán- está enzarzado en intensos enfrentamientos con Israel desde hace más de medio año.
Los choques, los peores desde la guerra librada por la formación libanesa y el Estado judío en 2006, se han concentrado principalmente en las áreas fronterizas, pero en los últimos dos meses Israel ya había bombardeado el Valle de la Bekaa en algunos momentos de especial tensión.