Israel celebró el domingo la eficacia de sus defensas antiaéreas ante un ataque iraní sin precedentes y dijo que había interceptado con ayuda de sus aliados el 99% de los más de 300 drones y misiles lanzados hacia su territorio. Pero las tensiones regionales seguían siendo altas, en medio de temores a una escalada mayor en caso de un posible contraataque israelí.

El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, dijo que convocaría una reunión el domingo del Grupo de las Siete democracias desarrolladas “para coordinar una respuesta diplomática unida al descarado ataque iraní”. Los términos empleados por el mandatario indicaban que el gobierno de Biden no quiere que el ataque iraní lleve a un conflicto militar más amplio. Un destacado funcionario estadounidense dijo que Washington había informado a Israel de que no planeaba atacar a Irán.

La ofensiva iraní respondía a un ataque atribuido de forma generalizada a Israel contra un edificio consular iraní en Siria este mes, que mató a dos generales iraníes. Israel dijo que Irán había lanzado 170 drones, más de 30 misiles de crucero y más de 120 misiles balísticos el domingo por la mañana.

Para el domingo por la mañana, Irán dijo que el ataque había terminado e Israel reabrió su espacio aéreo.

Hace años que los dos rivales libran una guerra encubierta caracterizada por incidentes como el ataque de Damasco. Pero la andanada del domingo, que hizo sonar las sirenas antiaéreas en todo Israel, era la primera agresión militar directa de Irán contra Israel, pese a décadas de enemistad iniciadas con la Revolución Islámica del país en 1979.

Israel ha ido formando durante años —a menudo con ayuda de Estados Unidos— una red de defensa antiaérea de varias capas que incluye sistemas capaces de interceptar distintas amenazas, como misiles de largo alcance, misiles de crucero, drones y cohetes de corto alcance.

Ese sistema, junto con su colaboración con las fuerzas de Estados Unidos y otros países, ayudó a frustrar lo que habría sido un ataque mucho más devastador en un momento en el que Israel ya está inmersa en una guerra contra Hamás en la Franja de Gaza y libra combates de bajo nivel en su frontera norte con la milicia libanesa Hezbollah. Tanto Hamás como Hezbollah tienen apoyo iraní.

Autoridades de Israel y Estados Unidos celebraron la respuesta al ataque aéreo.

“Irán lanzó más de 300 amenazas y fueron interceptadas en un 99%”, dijo el contralmirante Daniel Hagari, vocero del ejército israelí. “Eso es un éxito”. Cuando se le preguntó si Israel respondería, el portavoz dijo que el país haría lo que fuera necesario para proteger a sus ciudadanos.

Ninguno de los drones ni de los misiles de crucero llegó a Israel, afirmó, y solo unos pocos de los misiles balísticos lograron pasar. La fuerza aérea israelí derribó 25 misiles de crucero, añadió Hagari.

Se habían reportado daños menores en una base aérea israelí, aunque seguía operativa, señaló. Una niña de siete años sufrió heridas graves en el sur de Israel, al parecer por un ataque de misiles, según rescatistas, aunque la policía seguía investigando el suceso.