Israel enfrenta fuertes críticas después de que el domingo detuvo la entrada de todos los bienes y suministros hacia la Franja de Gaza y advirtió sobre “consecuencias adicionales” si Hamás no acepta una nueva propuesta para una extensión de un frágil alto el fuego,
Egipto y Qatar, los dos principales mediadores, acusaron a Israel de violar las leyes humanitarias al usar el hambre como arma.
Durante la primera fase del alto el fuego se registró un marcado incremento en el ingreso de ayuda humanitaria después de varios meses de deterioro en las condiciones de hambruna en el territorio. Horas después de que la primera etapa llegó a su fin, Hamás acusó el domingo a Israel de tratar de obstaculizar la siguiente fase, y señaló que la decisión de suspender el ingreso de asistencia es “un crimen de guerra y un ataque flagrante” contra una tregua que tomó un año de negociaciones antes de entrar en vigor en enero.
En la segunda fase, Hamás podría liberar a decenas de rehenes restantes a cambio del retiro de las fuerzas israelíes de Gaza y un alto el fuego duradero. Las negociaciones sobre la segunda fase debían comenzar hace un mes.