Un militante de Hamás entró este martes con su auto en una concurrida parada de autobús de Tel Aviv y comenzó a apuñalar a la gente, hiriendo a ocho personas, en un ataque elogiado por grupos militantes palestinos, como respuesta a la operación militar de Israel en la Cisjordania ocupada.
Un civil armado disparó y mató al agresor, según el jefe de la policía, Kobi Shabtai. El ataque se produjo mientras soldados israelíes seguían buscando a insurgentes palestinos y armas en un campo de refugiados en Cisjordania, luego de que las excavadoras militares arrasaron callejones y miles de residentes huyeron para ponerse a salvo. La cifra de palestinos fallecidos en los dos días incursión subió a 10.
La redada a gran escala en el campo de Yenín, que comenzó un lunes, es una de las operaciones militares más intensas en la Cisjordania ocupada en casi dos décadas.
Tiene el sello de las tácticas militares empleadas por Israel durante la segunda intifada palestina a principios de los 2000 y coincide con un momento en el que el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, enfrenta una presión mayor por parte de sus aliados políticos ultranacionalistas para una respuesta más firme a los últimos ataques contra colonos israelíes.