Israel e Irán restaron importancia el viernes a un presunto ataque aéreo israelí cerca de una base aérea y sitio nuclear en el centro de Irán, lo que apunta a que los dos acérrimos enemigos están dispuestos a evitar que su último estallido de violencia se convierta en una guerra total en toda la región.

Pero el resultado de semanas de tensiones —que incluyeron un supuesto ataque israelí que mató a dos generales iraníes, una andanada de misiles iraníes sin precedentes sobre Israel y el aparente ataque israelí a primera hora del viernes en el centro de Irán— hizo poco por resolver los agravios más profundos entre los enemigos y dejó la puerta abierta a nuevos enfrentamientos.

“Parece que estamos más cerca que nunca de una gran guerra regional, a pesar de que la comunidad internacional probablemente hará un gran esfuerzo para reducir las tensiones”, escribió Amos Harel, comentarista de asuntos militares del diario israelí Haaretz.

Israel considera desde hace tiempo a Irán su mayor enemigo, alegando los llamados de la República Islámica a la destrucción de Israel, su polémico programa nuclear y su apoyo a agentes hostiles en todo Oriente Medio.