Israel lanzó su ofensiva en Ciudad de Gaza el martes, prometiendo abrumar una ciudad ya en ruinas tras casi dos años de guerra, al tiempo que miles de palestinos huían en vehículos cargados con colchones y otras pertenencias que congestionaban una carretera costera.
La operación en la ciudad palestina más grande intensificó un conflicto que ha sacudido a Oriente Medio y probablemente alejó aún más cualquier alto el fuego con Hamás. El ejército no ofreció un calendario para la ofensiva que busca aplastar la capacidad de combate del grupo miliciano, pero medios israelíes sugirieron que podría durar meses.
“Gaza está ardiendo”, declaró el ministro de Defensa israelí, Israel Katz, al comenzar la operación. Un fuerte bombardeo sacudió la ciudad y las tropas comenzaron a moverse desde las afueras tras semanas de ataques aéreos y preparativos de un nuevo asalto.
La ofensiva comenzó el mismo día en que expertos independientes comisionados por el Consejo de Derechos Humanos de la ONU acusaron a Israel de cometer genocidio en Gaza. Israel rechazó la acusación, calificando el informe de “distorsionado y falso”.