En 2021, las familias con inmigrantes indocumentados pagaron $30,800 millones de dólares en impuestos, incluidos federales, estatales y locales, echando por la borda la principal crítica de quienes acusan a estas personas de no pagan impuestos.
“Estas contribuciones juegan un papel vital en el financiamiento y la sostenibilidad de los programas y servicios públicos de los Estados Unidos”, señala un reporte del American Immigration Council.
Los llamados no ciudadano hacen contribuciones de impuestos sobre las ventas, los ingresos y la propiedad y el reporte pone como ejemplo lo ocurrido en 2021.
Agrega que al menos el 50% de los hogares de estos inmigrantes presentan declaraciones de impuestos utilizando el Número de Identificación Individual (ITIN, en inglés).
La información complementa datos de Política Tributaria y Económica, además de indicar que estos inmigrantes no pueden solicitar ningún beneficio social.
“No son elegibles para los beneficios del Seguro Social o el Crédito Tributario por Ingreso del Trabajo (EITC)”, lamenta el análisis. “Es fundamental recordar que los titulares de ITIN pagan impuestos a estos y otros programas, como Medicare y Medicaid, que los estadounidenses usan todos los días”.
Además de los inmigrantes sin documentos, otros inmigrantes pueden obtener el ITIN: residentes permanentes legales, extranjeros con visas laborales y los cónyuges inmigrantes de ciudadanos estadounidenses, entre otros.
“En 2015, 4.4 millones de solicitantes de ITIN pagaron más de $5,500 millones en impuestos sobre la nómina y Medicare y $23,600 millones en impuestos totales”, se indica tomando como base datos del IRS.
“Los ingresos informados con un ITIN pueden contar para su elegibilidad”, reconoce el informe.