Jay-Z y Sean ‘Diddy’ Combs están bajo el escrutinio público tras ser acusados de abuso sexual de una menor de 13 años en el año 2000.
La noticia fue reportada por NBC News, que destaca las serias acusaciones presentadas en una demanda civil en Nueva York. Según el reporte, el incidente supuestamente tuvo lugar en una fiesta posterior a los MTV Video Music Awards de ese año.
La acusadora, identificada como ‘Jane Doe’, afirma que fue llevada a la fiesta por un conductor que la convenció de unirse al evento, diciéndole que trabajaba para Combs. Una vez en la fiesta, que estaba llena de celebridades y un ambiente de excesos, ‘Jane Doe’ fue obligada a firmar un documento que ella creía era una especie de acuerdo de confidencialidad sin recibir copia alguna.
En los documentos judiciales, se describe cómo ‘Jane Doe’ se sintió mareada y decidió retirarse a descansar en una habitación. Fue entonces cuando los informes afirman que Combs y Jay-Z —cuyo verdadero nombre es Shawn Corey Carter— entraron al cuarto y la agredieron sexualmente. Según la demanda, la menor intentó resistirse golpeando a uno de los hombres, pero no pudo detener los abusos.
“Me sentía atrapada y asustada”, declaró ‘Jane Doe’ en su testimonio. “Intenté resistirme, pero no pude detenerlos. Me defendí como pude, pero no pude escapar de la situación.”
La demanda, presentada en la Corte del Distrito Sur de Nueva York, también destaca la vulnerabilidad de la menor al momento de los hechos. ‘Jane Doe’ describe que fue drogada con una bebida ofrecida en la fiesta, lo que complicó aún más su capacidad de respuesta y juicio. La acusadora está buscando daños no especificados bajo las leyes de protección contra la violencia motivada por género de Nueva York.
NBC reporta que, hasta el momento, los representantes legales de Carter y Combs no han respondido a las solicitudes de comentarios de NBC News sobre las acusaciones. Sin embargo, Carter emitió un comunicado publicado en la cuenta de su sello disquero, Roc Nation, en el que niega rotundamente cualquier tipo de involucramiento y califica la situación como un “intento de extorsión” llevado a cabo por el abogado Tony Buzbee.
En el comunicado, Carter aclaró que la misiva enviada por Buzbee no era más que una estrategia para presionarlo mediante el uso de las acusaciones en su contra y el escrutinio público.
El rapero rechazó cualquier insinuación de que aceptarían un acuerdo financiero bajo coacción y enfatizó que las acusaciones deberían ser tratadas de manera justa y adecuada en un tribunal criminal, no en uno civil. Este intento de extorsión fue descrito como un intento de lucrar con la notoriedad mediática y dañar la reputación del artista.