Joe Biden calienta el ambiente de cara a las elecciones de noviembre, diciendo que el movimiento trumpista MAGA representa una amenaza para la democracia y tildando de “semifascista” la filosofía del sector dominante del Partido Republicano.

Y los demócratas están tomando nota.

Los recientes ataques frontales de Biden al trumpismo están envalentonando a los demócratas de todo el país, por más de que su tono duro haga que algunos legisladores que enfrentan comicios peleados se sientan incómodos.

En un reciente encuentro del Comité Nacional Demócrata en Maryland, Biden dijo que “el extremismo de los republicanos de MAGA no solo compromete nuestros derechos personales y económicos, sino que alienta también la violencia política”. Aludía a los episodios del 6 de enero del 2021, cuando una turba trumpista tomó el Congreso, y a la consigna de Trump “Make America Great Again” (MAGA, Devolvámosle su Grandeza a Estados Unidos).

“Se niegan a aceptar la voluntad del pueblo”, manifestó Biden. “Son una amenaza para nuestra democracia”.

Las advertencias de Biden acerca del sector trumpista del Partido Republicano son el eje de su mensaje con miras a las elecciones de mitad de término de noviembre, junto con recordatorios de los reciente logros demócratas y la promesa de que la democracia puede ayudar a la gente. Pero lo que está revitalizando a los demócratas y les da esperanzas de conservar la mayoría en las dos cámaras del Congreso son sus declaraciones sobre Trump y los partidarios de la filosofía de MAGA

“Es un tema muy fuerte para nuestra base”, dijo el senador Gary Peters, director del Comité Senatorial de Campañas Demócrata. “La gente nos quiere a nosotros, quiere gente que muestre que hay un claro contraste entre lo que son los demócratas y lo que fueron los republicanos”.

El representante demócrata Ro Khanna dijo que “la política es como un deporte por equipos y el presidente es el quarterback”.

“El equipo no se va a esforzar al máximo si ve que el líder no lo hace”, agregó Khanna, quien apoyó a Bernie Sanders en las primarias presidenciales del 2020 y ahora apoya a Biden desde el ala liberal del partido.

Los demócratas se sienten más optimistas respecto a las elecciones de mitad de término, en las que el partido en el gobierno generalmente pierde bancas. Muchos daban por sentado que los republicanos se alzarían con el control de las dos cámaras, pero los recientes logros legislativos, candidatos republicanos con posturas extremas y el malestar causado por la decisión de la Corte Suprema de desconocer el derecho constitucional al aborto hacen pensar que las pérdidas de los demócratas no serán tan grandes y que podrían retener su tenue control del Senado.

El presidente empezó a ensayar su mensaje en un acto en las afueras de Washington a fines de agosto, en el que despotricó contra una ideología republicana de aire “semifascista”. De allí en más insistió en que Trump tenía una “ideología extremista” que representa una amenaza para la democracia.