Una jueza federal bloqueó temporalmente el martes una iniciativa del presidente Donald Trump de suspender el financiamiento federal mientras su gobierno lleva a cabo una revisión ideológica general para erradicar iniciativas progresistas.

El plan de Trump desató pánico y confusión en el gobierno federal y abrió la puerta a un enfrentamiento constitucional en torno al control del dinero de los contribuyentes.

La orden de la jueza de distrito Loren L. AliKhan se produjo minutos antes del plazo para que el congelamiento de fondos entrara en vigor. La orden se extiende hasta el lunes por la tarde y únicamente abarca a los programas existentes.

Funcionarios del gobierno dijeron que la decisión de suspender los préstamos y subvenciones —un salvavidas financiero para gobiernos locales, escuelas y organizaciones sin fines de lucro en todo el país— era necesaria para garantizar que el gasto cumpla con la reciente oleada de órdenes ejecutivas de Trump. El presidente quiere aumentar la producción de combustibles fósiles, eliminar las protección sobre los derechos transgénero, y poner fin a los esfuerzos de diversidad, igualdad e inclusión.

Pero un memorando poco claro de la Oficina de Administración y Presupuesto de la Casa Blanca, aunado a las respuestas incompletas de la presidencia a lo largo de la jornada, han provocado que legisladores, funcionarios públicos y ciudadanos de a pie tengan problemas para entender qué programas se verían afectados por la suspensión. Incluso las interrupciones temporales en el financiamiento podrían provocar despidos o retrasos en los servicios públicos.