El Kremlin rechazó las acusaciones de que estuvo implicado en el accidente de aviación en que habría muerto el líder mercenario Yevgeny Prigozhin, cuyos combatientes brutales eran temidos en Ucrania, África y Siria y quien lideró un levantamiento efímero que estremeció a Rusia y el mundo hace dos meses.

Prigozhin, cuyo nombre aparecía en la lista de pasajeros del avión, fue objeto de un elogio fúnebre el jueves por parte de Vladímir Putin, al tiempo que abundaban las sospechas de que el presidente ruso era el autor intelectual de lo que muchos consideran fue un asesinato.

Un análisis preliminar de los servicios de inteligencia de Estados Unidos concluyó que el avión fue derribado por una explosión intencionada. Uno de los funcionarios estadounidenses y occidentales que describió la evaluación inicial de Washington dijo que ésta había determinado que Prigozhin era “muy probablemente” el objetivo y que la explosión se apega al “largo historial de Putin de tratar de silenciar a sus detractores”.

Los funcionarios, que hablaron bajo la condición de anonimato por no estar autorizados a hacer declaraciones, no entraron en detalles sobre la causa de la explosión, que se cree fue una venganza por el motín de junio que significó el reto más grave para el régimen de Putin, que lleva 23 años.