La abogada, activista y esposa del fundador de WikiLeaks Julian Assange, Stella-Moris Assange, recordó hoy la situación “urgente” de su marido y sostuvo que su extradición a Estados Unidos puede ocurrir en “cuestión de semanas”.

Un Tribunal de Londres rechazó a mediados de junio el recurso del periodista contra la orden de deportación emitida por el Gobierno británico.

“Estamos esperando a que se anuncie el día de la audiencia y no sabemos si Julian podría ser extraditado ese mismo día (…) porque cuando se trata de su caso pasan cosas sin precedentes”, declaró a EFE la esposa de Assange en Ginebra.

La abogada, que cuenta con la nacionalidad española y cuyo nombre de nacimiento es Sara Gonzalez Devant, ya visitó en 2021 la ciudad ginebrina para la inauguración de una estatua en homenaje a su marido.

La activista y sus hijos fueron recibidos recientemente en audiencia por el Papa Francisco y, aunque guardó reserva sobre el contenido de la conversación, aseguró que el Pontífice está “muy informado” sobre el caso y que le mostró “mucha atención y preocupación” por la situación de Assange.

Desde que en 2019 la embajada de Ecuador en Londres le retirara el asilo, el fundador de WikiLeaks está detenido en la prisión de alta seguridad de Berlmarsh (Reino Unido) y se enfrenta a una pena de 175 años de cárcel con más de 18 cargos penales por delitos contra la Ley de Espionaje estadounidense.

Sobre el estado de salud de su marido, Moris-Assange aseguró que sufre un importante “deterioro físico” debido al aislamiento y a las limitaciones en el contacto con su familia y sus abogados.

“Es una situación extremadamente difícil, está en una celda 22 horas al día y ve a sus hijos una o dos veces por semana”, denunció la abogada, quien dijo que no ha contado a estos últimos sobre la posible extradición de Assange.

´No me imagino un futuro en el que Julian no sea libre”, admitió la mujer de Assange rodeada de simpatizantes de su causa al término de una conferencia de prensa.