La oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP) ha liberado a unos 13,000 inmigrantes en San Diego, California, en los últimos dos meses.

Así lo reporta The Associated Press que indica que dicha liberación de personas es con una orden de presentarse en tribunales migratorios, además de que 500 personas más al día son procesadas por la agencia.

Los centros de ayuda liderados por organizaciones civiles, que tienen recursos limitados, acusan que las acciones de CBP están complicando el seguimiento caso por caso, al grado que se desconoce el paradero de muchas de las personas.

“Los grupos de ayuda a inmigrantes culpan a una combinación de circunstancias por la escasez de alojamiento: reducción de la financiación gubernamental; la práctica de CBP de enviar inmigrantes de Texas y Arizona para ser procesados en San Diego, y un aumento de los cruces ilegales”, indica el reporte.

La decisión de CBP de liberar a los inmigrante ocurre luego de enfrentar críticas de permitirles acampar en zonas remotas, pero luego se ordenó procesarlos y enviarlos a organizaciones civiles o a la calle.

“Muchos no saben dónde están, que esto es San Diego, esta es (la) región de San Diego”, lamentó Paulina Reyes-Perrariz, abogada de la iniciativa transfronteriza del Immigrant Defenders Law Center.

El informe agrega que desde el mes pasado los cruces irregulares en la frontera ya superan los 8,000 personas diarias, de gente principalmente de Venezuela.

Los inmigrantes liberados en San Diego podrían enfrentar problemas en sus procesos ante cortes migratorias, si es que se mudan a otras ciudades, ya que sus citas ante un tribunal podrían ser cerca de donde fueron enviados por autoridades.

Entre los inmigrantes hay originarios de China, India, Brasil, Ecuador, Colombia y países de África occidental.

Al Otro Lado, un grupo de ayuda a inmigrantes, ha estado incluso buscando voluntarios que hablen ruso, pastún, criollo, francés, portugués, amárico, hindi, mandarín, somalí, turco y vietnamita.

Los refugios se están enfocando en familias pequeñas y gente de grupos vulnerables, como LGBTQ+, personas mayores y personas médicamente frágiles.