El año escolar en Estados Unidos registró en su primera mitad un récord respecto a los últimos años, de acuerdo con el informe de una organización difundido cuatro años después de la masacre en Parkland, en Florida, la mayor matanza en un centro escolar en este país.
Según Everytown for Gun Safety, entre el 1 de agosto y el 31 de diciembre del año pasado se produjeron 136 hechos con armas de fuego en instalaciones escolares de Estados Unidos, una cifra que es casi cuatro veces la media para ese periodo desde 2013, cuando la organización empezó su contabilidad.
Los 136 tiroteos en centros escolares se saldaron con 26 muertos y 96 heridos, precisa el informe, que agrega que tres de cada cuatro de los que desataron los disparos obtuvieron el arma en sus casas.
“Ha sido una devastadora primera mitad de año escolar y, sin una acción significativa de todos los niveles del gobierno, dispararán a más estudiantes y maestros, más comunidades quedarán traumatizadas y más niños pasarán sus días preocupándose por la violencia armada”, dijo Shannon Watts, fundadora de Moms Demand Action, que forma parte de Everytown for Gun Safety.
Sari Kaufman, sobreviviente a la matanza de 17 personas en la secundaria Marjory Stoneman Douglas, en Parkland, criticó que, “con demasiada frecuencia, los legisladores ven el dolor y el trauma de los sobrevivientes y no hacen nada”.
El lunes próximo se cumplirán cuatro años de la masacre ocurrida en la escuela secundaria del sur de Florida, por la que su autor confeso, el joven Nikolas Cruz, se declaró culpable el año pasado y aguarda sentencia en un cárcel en el sur de Florida.
El joven tenía 19 años cuando entró a su antigua escuela armado con un rifle y perpetró la matanza, un hecho por el que enfrenta cadena perpetua o la pena capital.
Cruz, que fue expulsado de ese centro por mala conducta, lleva detenido desde entonces y ha tenido problemas en la prisión, donde se peleó con un guardia.