Funcionarios de la Unión Europea estaban finalizando el lunes una importante reforma de su sistema de migración, que incluye deportaciones simplificadas y un aumento de las detenciones, después de años de intenso debate sobre el tema que ha visto el ascenso de partidos políticos de extrema derecha.

Desde que hubo un aumento de solicitantes de asilo y otros migrantes a Europa hace una década, las opiniones públicas sobre el tema han cambiado. Las políticas de migración de la UE se han endurecido y el número de solicitantes de asilo ha disminuido desde niveles récord. Aun así, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, emitió en los últimos días una fuerte crítica a las políticas migratorias del bloque de 27 naciones como parte de una estrategia de seguridad nacional que pinta a los aliados europeos como débiles.

Los ministros reunidos en Bruselas acordaron un concepto de “tercer país seguro” y una lista de países de origen seguros, dijo el ministro danés Rasmus Stoklund. Eso significa que las naciones de la UE pueden negar la residencia y deportar a los migrantes porque provienen de un país seguro o podrían solicitar asilo en uno fuera de la UE.