Legisladores de Alabama buscan formas de proteger los servicios de fecundación in vitro en el estado tras el fallo de la Corte Suprema del estado que determinó que los embriones congelados pueden considerarse niños según la ley estatal.

El fallo de la semana pasada, que de inmediato hizo surgir preguntas sobre la responsabilidad que podrían enfrentar las clínicas de fertilidad, tuvo un efecto paralizador inmediato en la disponibilidad de estos servicios en ese estado del sur del país. Tres proveedores anunciaron una pausa en sus servicios en los días posteriores a la decisión. Al mismo tiempo quedaron paralizadas las esperanzas de concebir de muchos pacientes cuyos tratamientos han sido cancelados.

Este mes, los jueces dijeron que tres parejas cuyos embriones congelados fueron destruidos en un accidente en un almacén podrían presentar acusaciones de muerte por negligencia por sus “hijos extrauterinos”. Los jueces citaron la formulación de la ley sobre muerte por negligencia y el lenguaje amplio que la legislatura —controlada por republicanos— y los votantes añadieron en 2018 a la Constitución de Alabama, según la cual la política del estado es reconocer los “derechos de los niños no nacidos”.

El exsenador Doug Jones culpó a los republicanos que “se muestran complacientes para ser electos y no ven las consecuencias, las posibilidades a largo plazo de lo que crean”. Dijo que los republicanos incorporaron el lenguaje en la Constitución como una “declaración política” contra el aborto en un año electoral, y ahora, la vida de las personas se ve afectada.