La representante republicana de Florida, María Elvira Salazar, introdujo la Ley Dignidad (Dignity Act of 2025) que busca sacar de las sombras a millones de inmigrantes indocumentados y permitirles vivir y trabajar legalmente en Estados Unidos.

El proyecto H.R.4393, introducido este martes en el Congreso, cuenta con el coauspicio original de 10 republicanos y de 11 demócratas.

Aunque no está diseñada para otorgar vía a la ciudadanía a migrantes, la medida que Salazar presentó junto a la demócrata de Texas, Verónica Escobar, facilitaría que los miembros de esta población que lleven cinco años o más en EE.UU. legalicen su situación con estatus renovable basado en buena conducta y restitución.

Según expuso Salazar, de origen cubano pero nacida en Florida, la legislación busca
arreglar las fallas que afectan el sistema migratorio de EE.UU. desde hace unos 40 años
.

La dignidad humana es uno de los siete pilares de la ideología conservadora de EE.UU. Por esa razón, Sr. Presidente (Donald Trump), la historia nos observa”, planteó la congresista.

Algunos de los momentos más vergonzosos de nuestro pasado como país tienen que ver con la forma en que hemos tratado a los inmigrantes que no son criminales, y este es uno de estos momentos. Si hacemos esto mal, las generaciones futuras pagarán el precio y será una vergüenza. Pero, si lo hacemos bien, Estados Unidos seguirá estando a la vanguardia de la libertad y usted lo haría como comandante en jefe. Está en sus manos, Sr. Presidente”, argumentó Salazar.

Para la representante, las deficiencias del sistema migratorio son una sombra que se cierne sobre la economía del país.

Sin embargo, la legisladora insistió en que el proyecto de ley no es una amnistía para indocumentados.

La Ley Dignidad no es amnistía. La Ley Dignidad no le otorga un camino a la ciudadanía a nadie. La Ley Dignidad es la forma salomónica de solucionar un problema de 40 años. La semana pasada, nosotros asignamos $150,000 millones para asegurar la frontera sur, pero todavía dentro de este país tenemos millones y millones de personas que por años han trabajando en la construcción, en hoteles, campos, lecherías, en la pesca, en los mataderos. Gente sin papeles, pero sin un récord criminal. Serán indocumentados, pero no son delincuentes. Son seres humanos que son invisibles para muchos estadounidenses que no los conocen, pero sin ellos en los campos no vamos a tener comida al final de esta semana”, expuso la republicana.

Sí rompieron la ley, pero se quedaron porque otras personas que los necesitaban, le dieron trabajo, porque necesitaron esas manos y las siguen necesitando ahora, gente que todavía se necesita. Es un círculo vicioso que hay que romper”, continuó.

Según la congresista, Trump puede hacer un cambio histórico si firma el proyecto que antes debe ser aprobado en la Cámara y en el Senado.

“El mismo Dios que lo salvó a usted de la muerte en Pennsylvania hace solamente un año y que lo puso de vuelta en la Oficina Oval en contra de todo pronóstico es el mismo Dios Todopoderoso al que millones y millones le están rogando hoy por dignidad, no por amnistía. Sr. Presidente, yo sé que usted puede ser para la migración lo que Lincoln fue para la esclavitud y Reagan para el comunismo. Usted es un hombre de negocios que entiende que nuestra economía necesita una fuerza laboral en áreas donde otros estadounidenses no quieren participar”, pidió Salazar, quien resaltó que se necesita mucho valor para dar un paso al frente y ofrecer una solución al problema migratorio.

Salazar también se refirió a expresiones de la secretaria del Departamento de Seguridad Nacional (DHS), Kristi Noem, sobre la necesidad de legislación a nivel federal para atajar el problema.

“La propia secretaria de Seguridad Nacional (DHS) lo dijo: que el Congreso tenía que escribir alguna ley para resolver este problema. Bueno, Sra. Secretaria (Kristi Noem), la ley está aquí y se llama la ley Dignidad”, declaró.

“Cualquier indocumentado que haya estado en EE.UU. por cinco años (o más) que no tenga antecedentes penales, que trabaje y pague sus impuestos, puede salir de las sombras y solicitar el estatus Dignidad. Eso significa que va a pagar una multa, que va a comprar su propio seguro médico, sin acceso a ningún programa federal y va a contribuir con un 1% de su salario a la tesorería del país. A cambio, no será deportado. Puede regresar a su país para Navidad o para enterrar a su madre y luego regresar a EE.UU. para seguir trabajando y pagando impuestos. Esta ley promete una vida digna en la tierra prometida. Punto”, añadio.