Walkie-talkies y equipos de energía solar explotaron en Beirut y en otras partes del Líbano el miércoles en una aparente segunda oleada de detonaciones de dispositivos electrónicos un día después de que los bíperes utilizados por Hezbollah explotaron, informaron la prensa estatal y miembros del grupo rebelde. Por lo menos 14 personas murieron y más de 450 resultaron heridas en la segunda oleada, informó el Ministerio de Salud.
Las explosiones —que se cree fueron perpetradas por Israel contra Hezbollah pero han causado la muerte de civiles— han aumentado los temores de que el conflicto entre ambas partes escale a una guerra total.
El ministro de Defensa israelí, Yoav Galland, dijo durante una plática con soldados israelíes el miércoles que “estamos en el inicio de una nueva fase en la guerra —requiere valentía, determinación y perseverancia”. No mencionó las explosiones, pero elogió el trabajo del ejército y las agencias de seguridad de Israel, señalando que “los resultados son muy impresionantes”.
En los ataques del miércoles, varias explosiones se escucharon en un funeral celebrado en Beirut para tres miembros de Hezbollah y un niño que fallecieron por las explosiones de bíperes en la víspera, de acuerdo con periodistas de The Associated Press que se encontraban en el lugar de los hechos. Un fotógrafo de la AP en la ciudad sureña de Sidon vio un automóvil y una tienda de teléfonos con daños luego de que dispositivos explotaron en su interior. Una niña resultó herida en el sur cuando el sistema de energía solar de una vivienda explotó, reportó la agencia de noticias estatal.