El Ejército de Liberación Nacional (ELN) liberó el jueves al padre del futbolista colombiano Luis Díaz, a quien mantuvo cautivo durante 12 días, un secuestro que abrió el debate en Colombia sobre la voluntad de diálogo de esa guerrilla.

“Viva la libertad y la paz”, celebró el presidente Gustavo Petro desde su cuenta de X, antes Twitter.

Luis Manuel Díaz Jiménez, padre del futbolista del club inglés Liverpool y de la selección colombiana, fue recibido por una misión de las Naciones Unidas y la Iglesia católica, facilitadoras de la liberación, en inmediaciones de la Serranía del Perijá, un complejo montañoso de difícil acceso limítrofe con Venezuela, donde recibió atención médica primaria.

De la Serranía fue trasladado en un helicóptero de matrícula HK-4160 hacia el aeropuerto de Valledupar, la capital del departamento de Cesar, a 90 kilómetros de Barrancas, su natal población al noreste del país, donde fue secuestrado el 28 de octubre.

Las cámaras de televisión locales transmitieron el momento en que Díaz descendió del helicóptero vestido con una gorra del equipo de baloncesto Chicago Bulls, una chaqueta y una camiseta gris. Luego de caminar por la pista de aterrizaje, subió a una camioneta de las Naciones Unidas y luego fue conducido hacia Barrancas, donde sus vecinos lo recibieron con música y gritos de alegría. Su esposa, Cilenis Marulanda, también fue raptada al tiempo que Díaz en una gasolinera de Barrancas por hombres armados que se movilizaban en motocicletas. Horas después fue rescatada luego de que las autoridades bloquearan las vías de acceso a la zona.

Desde la casa familiar en Barrancas sus allegados celebraron la liberación en medio del llanto.

Alfonso Díaz, su primo, dijo a The Associated Press que fueron días “bastante angustiosos, con una incertidumbre grande” que afrontaron con la “fe puesta en Dios”.