El presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, dijo el martes que encontró Bolivia en una situación “más difícil” que hace una década y anunció una “nueva era en la relación” bilateral, con apoyo político y económico al presidente Luis Arce tras el intento fallido de golpe de hace dos semanas.

Lula llegó a territorio boliviano el lunes por la noche tras 15 años sin visitar el país y tras la incorporación de Bolivia el día anterior al bloque de Mercosur con apoyo de Brasil. La última ocasión fue en 2009 cuando Evo Morales (2006-2019) era mandatario.

El presidente brasileño promovió entonces el comercio y los negocios bilaterales, pero las relaciones se enfriaron con Dilma Rousseff (2011-2016) y después con Jair Bolsonaro.

“Yo creo que la situación en Bolivia es más difícil de lo que estaba diez años atrás. No hay las reservas (de gas) que había y el PIB no ha crecido como lo venía haciendo”, declaró al llegar a Santa Cruz, en el oriente, motor económico de Bolivia y sede del encuentro con su homólogo boliviano. Lo acompañó una nutrida delegación de ministros y empresarios.

Los dos mandatarios presidieron un gabinete binacional y un foro empresarial ante un centenar de empresarios brasileños.