Nicolás Maduro asumió como presidente de Venezuela el viernes para un tercer mandato pese a las evidencias creíbles presentadas por la oposición de que perdió las últimas elecciones frente a su rival Edmundo González. A su toma de posesión le siguieron críticas internacionales y sanciones de Estados Unidos y la Unión Europea, entre otros.
El mandatario venezolano renovó hasta 2031 su periodo de gobierno a pesar de la ola de cuestionamientos que recibió desde los comicios del año pasado y a los fuertes pronunciamientos en su contra que siguieron a la ceremonia de investidura.
“Juro por Bolívar, por Sucre, por Urdaneta, por Manuela Sáenz, por la memoria eterna de nuestro comandante eterno Hugo Chávez… Lo juro por la historia, lo juro por mi vida”, pronunció Maduro frente al titular de la Asamblea, Jorge Rodríguez, en una ceremonia que se adelantó más de una hora y en la que se ausentaron la mayoría de los mandatarios de la región.
Maduro fue proclamado ganador sin presentar evidencias mientras su rival, el opositor González, mostró pruebas avaladas internacionalmente de que él había ganado con amplia ventaja.