El desfile militar por el Día de la Independencia de México fue aprovechado el martes por la Marina para hacer un “mea culpa” tras las recientes detenciones de altos mandos vinculados con el robo de combustible, uno de los negocios del crimen organizado mexicano y que está en la mira de las autoridades estadounidenses.

“Fue muy duro aceptarlo, pero hubiera sido mucho más y absolutamente imperdonable callarlo”, dijo el secretario de Marina, el almirante Raymundo Pedro Morales, en su discurso oficial tras recordar que la Armada mexicana siempre fue la institución “más querida de México”.

“Fue mediante un ejercicio de sabiduría, sensatez, congruencia y humildad que pusimos ante la ley, ante la conciencia, el escrutinio de las y los mexicanos, actos reprobables que no nos definen como institución sino que podían enquistarse y quedarse para dañar a nuestro pueblo”, agregó.

Los comentarios del alto mando militar aluden a la detención este mes del vicealmirante Manuel Roberto Farías Laguna, sobrino político del exsecretario de Marina José Rafael Ojeda, que dejó al descubierto un entramado de corrupción que llegó a los más altos niveles.