México entra este jueves en la cuenta atrás del último mes para las elecciones del próximo 2 de junio, en una campaña marcada por el favoritismo, remarcado por las encuestas, de la aspirante oficialista, Claudia Sheinbaum, frente a la opositora Xóchitl Gálvez y la alargada sombra del actual mandatario, Andrés Manuel López Obrador.

De lo que hay pocas dudas es que tendrán como resultado que, por primera vez en su historia, México contará con una mujer como presidenta.

“Nos viene el mes más complicado, más difícil. Ellos (el oficialismo) no van a querer soltar la plaza fácilmente y nosotros tenemos que redoblar el esfuerzo. Nosotros tenemos que luchar este mes”, aseguró Gálvez en un mitin político desde Hermosillo, en el norteño estado de Sonora.

En el segundo debate presidencial del pasado fin de semana, los ataques entre las aspirantes se recrudecieron elevando ligeramente la temperatura de la campaña en México, marcada hasta ahora por una cierta apatía.

Gálvez acusó al gobernante Movimiento Regeneración Nacional de haberse “convertido en un narcopartido” y de no controlar la ola de violencia que se vive en numerosas partes del país.

Sheinbaum, exjefa de Gobierno de Ciudad de México (2018-2023), replicó por su parte que la opositora representa a una coalición de partidos que gobernaron en el pasado bajo acusaciones de corrupción, especialmente Acción Nacional (PAN) y el Revolucionario Institucional (PRI).

Aunque la campaña oficialmente arrancó en marzo, la carrera electoral tuvo su inicio en septiembre pasado con la selección de los candidatos. Este dilatado periodo, y los previsibles resultados, no ha ayudado a despertar el entusiasmo entre los electores.