Decenas de miles de clientes seguían el martes sin electricidad en todo Puerto Rico, una semana después de que la tormenta tropical Ernesto azotó la isla. Las autoridades se comprometieron a restaurar la energía en todo el país el fin de semana.

El Servicio Meteorológico Nacional emitió otra alerta de calor excesivo, advirtiendo sobre “condiciones peligrosamente cálidas y húmedas”.

Más de 40.000 de un total de 1,5 millones de clientes seguían sin electricidad en la tarde. Todas las escuelas deberán tener electricidad para las últimas horas del martes, señalaron las autoridades, e indicaron que un 80% de las clínicas médicas de emergencia, excluyendo los hospitales, ya tienen luz.

La ciudad costera de Luquillo, situada en el noreste de la isla y muy popular entre los turistas, reportó el mayor número de apagones, con 30% de los clientes sin electricidad. Los poblados y ciudades de Fajardo, Río Grande y Yabucoa también resultaron afectados.

Juan Saca, presidente de Luma Energy, un consorcio privado que supervisa la transmisión y distribución de energía eléctrica en Puerto Rico, dijo que la empresa trabajaba las 24 horas del día, pero además de los cortes atribuidos a la tormenta, existe un déficit de generación.