Militares de El Salvador impidieron al senador demócrata estadounidense Chris Van Hollen visitar el jueves, en la cárcel donde está preso, al migrante salvadoreño Kilmar Ábrego García, deportado por error por el gobierno de Donald Trump.
En el segundo día de visita a El Salvador para buscar el regreso de Ábrego a Estados Unidos, el vehículo del senador fue detenido por militares a unos 3 km de la megacárcel donde están encerrados 288 migrantes deportados por Washington bajo la ley de enemigos extranjeros de 1798.
“Los soldados nos dijeron que tenían órdenes de no dejarnos avanzar más”, dijo Van Hollen, quien iba acompañado de Chris Newman, abogado de la madre y de la esposa de Ábrego.
“Nuestro objetivo hoy era muy simple: comprobar el estado de salud de Kilmar”, agregó el senador en rueda de prensa en San Salvador.
Ábrego García, de 29 años, fue enviado a El Salvador el 15 de marzo junto a 238 venezolanos y otros 22 salvadoreños acusados, sin pruebas, de ser criminales.
El gobierno de Trump lo acusa, sin presentar pruebas, de formar parte de la pandilla MS-13, declarada “terrorista” por Washington.
Pero un juez de inmigración le había dado en 2019 una protección legal para que no fuera deportado por estimar que corría peligro en su país por la violencia de las pandillas, por lo que el gobierno de Trump admitió que su deportación fue un “error administrativo”.
Pese a la orden de la justicia estadounidense que pide que sea devuelto a Estados Unidos, el gobierno de Trump afirma que está en manos de El Salvador.
Ábrego está recluido en el Centro de Confinamiento del Terrorismo (Cecot), la cárcel de máxima seguridad construida por el presidente Nayib Bukele para encerrar a pandilleros, situada a 75 km de San Salvador.
“Fue secuestrado ilegalmente y enviado al Cecot, no ha tenido comunicación con nadie en el exterior. Su esposa (Jennifer Vásquez) y sus abogados han intentado ponerse en contacto con él”, afirmó el senador.
– Debido proceso –
Van Hollen se entrevistó el miércoles con el vicepresidente salvadoreño, Félix Ulloa, quien le dijo que Ábrego no podía ser devuelto a Estados Unidos y que tampoco podía visitarlo en el Cecot ni hablar con él por teléfono o videollamada.
El senador dijo que se debe garantizar que Ábrego “tenga derecho al debido proceso, tal como han exigido los tribunales de Estados Unidos”.
Señaló que la administración Trump no ha pedido a la Embajada estadounidense en San Salvador que averigüe sobre su estado de salud y destacó que El Salvador tiene tratados internacionales que cumplir sobre derechos de los reclusos.
“Si el gobierno de El Salvador sigue siendo cómplice de la detención ilegal del señor Ábrego García en la prisión de Cecot, creo que se propondrán medidas hasta que resolvamos este asunto tan importante”, advirtió.
Van Hollen, senador por Maryland, dijo que se reunió “con representantes de grupos de derechos humanos y de la sociedad civil, quienes expresaron su preocupación” por la “imposibilidad de comunicarse con los presos en el Cecot”.
El miércoles, la portavoz de Trump, Karoline Leavitt, criticó la visita del senador a El Salvador e insistió en que Ábrego García es “miembro de la pandilla MS-13 terrorista extranjera” y que si vuelve a Estados Unidos, “sería deportado nuevamente de inmediato”.
“No me sorprende que el presidente Trump y la Casa Blanca no estén contentos con mi visita a El Salvador porque pone de relieve el hecho de que” están “ignorando una orden judicial”, aseguró Van Hollen.
Los congresistas demócratas Cory Booker, Maxwell Alejandro Frost y Robert García también prevén viajar a El Salvador por el caso de Ábrego, según medios estadounidenses.