Más civiles murieron en toda Ucrania el domingo mientras los analistas advertían que las demoras en la ayuda militar estadounidense haría que Kiev tuviera problemas para repeler las ofensivas rusas.

Un hombre murió después de que un dron alcanzó el camión que conducía en la región de Sumy, según la Fiscalía local.

Las autoridades en la región de Járkov también dijeron el domingo que habían recuperado los cuerpos de una mujer de 61 años y un hombre de 64 a los que había matado un ataque ruso el día anterior. Diez drones rusos de tipo Shahed fueron derribados sobre la región de Járkov durante la noche, dijo la fuerza aérea ucraniana.

Entre tanto, proyectiles en la región de Jersón ocupada por Rusia mataron a dos civiles el domingo, según el líder instaurado por Moscú, Vladimir Saldo. También se reportaron drones ucranianos en las regiones rusas de Krasnodar y Belgorod, así como en el Mar Negro, según el Ministerio ruso de Defensa.

Las noticias llegaron después de que el centro de estudios Instituto para el Estudio de la Guerra, con sede en Washington, advirtió que las demoras en la asistencia militar occidental reducirán de forma progresiva la capacidad de Ucrania de repeler los avances rusos.

La guerra en Ucrania inició su tercer año con un crucial paquete de ayuda estadounidense para Kiev bloqueado en el Congreso.

Rusia ha utilizado su superioridad en potencia de fuego y personal para redoblar los ataques en el este de Ucrania. Cada vez utiliza más bombas guiadas por satélite, lanzadas desde aviones a una distancia segura, para castigar unas tropas ucranianas lastradas por la falta de soldados y municiones.

En su reporte, el centro de estudios dijo que las fuerzas rusas priorizaban ganancias tácticas y de desgaste con operaciones sobre las ciudades de Lyman, Chasiv Yar y Pokrovsk.

“La cúpula militar rusa probablemente estima que las fuerzas ucranianas serán incapaces de defenderse contra las operaciones ofensivas rusas actuales y futuras debido a los retrasos o el final permanente de la asistencia militar estadounidense”, señaló el grupo.

El jefe del ejército ucraniano, el general Oleksandr Syrskyi, dijo que la situación en el campo de batalla en la región industrial oriental había “empeorado de forma significativa en los últimos días”, ya que el clima primaveral había permitido a las fuerzas rusas emprender una nueva ofensiva en varios tramos de los más de 1.000 kilómetros del frente.