Al menos ocho personas murieron cuando dos botes con migrantes naufragaron debido a un oleaje poco profundo pero engañoso en medio de una densa niebla, informaron las autoridades el domingo. Se trata de una de las operaciones marítimas de tráfico de personas más mortíferas de la historia registrada frente a costas de Estados Unidos.

Una mujer hispanoparlante que viajaba en una de las embarcaciones llamó la noche del sábado al número de emergencias 911 para reportar que el otro bote se había volcado en las olas de Blacks Beach, según el contramaestre de la Guardia Costera, Richard Brahm.

“La mujer que llamó aseguró que el bote que naufragó llevaba a 15 personas, pero ese era sólo un estimado”, explicó Brahm.

Cuadrillas de la Guardia Costera y el Departamento de Bomberos de San Diego lograron recuperar los cadáveres de ocho adultos de las aguas, pero la densa neblina entorpeció las labores de búsqueda durante la noche. Las tareas de recuperación se reanudaron el domingo, pero no se encontraron más cadáveres.

Es posible que los sobrevivientes hayan escapado por tierra, incluyendo la mujer que llamó al 911. Las autoridades desconocen su paradero.

El jefe de salvavidas de San Diego, James Gartland, dijo que los rescatistas encontraron dos botes volcados en aguas poco profundas cerca de la orilla. El oleaje era relativamente tranquilo, con olas de alrededor de un metro (3 pies), pero el cielo lucía nublado y negro.

“Esa área es muy peligrosa, incluso durante el día”, dijo Gartland en una conferencia de prensa. “Cuenta con una serie de bancos de arena y corrientes de resaca en la costa, por lo que se puede creer que es posible llegar a la arena o a una zona con agua hasta la cintura o a la altura de la rodilla y pensar que resulta seguro salir del agua, pero hay enormes agujeros en la costa. Si alguien llega a esos agujeros las corrientes de resaca lo arrastrarán a lo largo de la costa y lo llevarán de regreso al mar”.

Black’s Beach se encuentra a unos 24 kilómetros (15 millas) al norte del centro de San Diego, en un área apartada no muy lejos de las populares costas de La Jolla. Su reputación como uno de los mejores rompientes del sur de California atrae a muchos surfistas.

Cada año ocurren cientos de incidentes marinos de tráfico de personas frente a las costas de California, algunos de ellos mortales. En mayo de 2021, una embarcación repleta de migrantes naufragó y se despedazó por el fuerte oleaje frente a las costas de San Diego, dejando tres muertos y más de una veintena de heridos.

Las operaciones de tráfico en la costa de California han disminuido y fluctuado a lo largo de los años, pero desde hace tiempo han sido una opción riesgosa para los migrantes a fin de evadir las fronteras terrestres fuertemente resguardadas. Las pangas entran desde México a mitad de la noche, a veces avanzando cientos de kilómetros (millas) hacia el norte. Las embarcaciones recreativas intentan pasar desapercibidas entre los barcos de pesca y entretenimiento durante el día.

Al sur de la frontera existen muchas playas privadas y remotas con puertas en las entradas entre rascacielos con magníficas vistas al mar, algunos en obra negra debido a que se quedaron sin dinero durante la construcción. Popotla, una población pesquera en donde las calles angostas están repletas de vendedores de pescado fresco, es un lugar predilecto entre los traficantes de migrantes debido a su gran playa arenosa y su oleaje relativamente suave.

Al menos algunas de las víctimas del sábado eran mexicanas, según el consulado en San Diego, pero se desconoce cuántas. Los cruces sin autorización legal se han disparado durante el mandato del presidente estadounidense Joe Biden, y muchos migrantes se entregan a los agentes de la Patrulla Fronteriza para luego ser liberados dentro del país antes que sus casos sean atendidos por una corte migratoria.

Una orden relacionada con la pandemia que está programada a llegar a su fin el 11 de mayo les niega a los migrantes la posibilidad de solicitar asilo, argumentando evitar la propagación del COVID-19, pero su aplicación ha sido desproporcionada para los mexicanos, hondureños, guatemaltecos y salvadoreños, debido a que México sólo ha aceptado recibir a los migrantes de esas nacionalidades.

Como resultado, es más probable que los migrantes de esos cuatro países intenten eludir su captura, sabiendo que posiblemente sean repatriados por la medida de salud pública conocida como Título 42. México aceptó recientemente recibir a cubanos, haitianos, nicaragüenses y venezolanos en virtud del Título 42.