El primer ministro israelí Benjamin Netanyahu realizó el jueves una visita sorpresa a las tropas en el sur de la Franja de Gaza y afirmó que era esencial que Israel mantuviera el control de una porción del territorio a lo largo de la frontera con Egipto, pocos días antes de pronunciar un discurso ante el Congreso de Estados Unidos.

En sus comentarios en Rafah, la ciudad más al sur del enclave, Netanyahu dio un tono triunfalista a la campaña contra Hamás y subrayó las diferencias que aún persisten en los intentos de alcanzar un cese del fuego, que llevan meses en marcha.

Una propuesta de acuerdo respaldada por Estados Unidos exige una retirada total de Israel de Gaza a cambio de la liberación total de los rehenes por parte de Hamás, algo que parece contradecirse si Israel sigue controlando el paso fronterizo de Rafah y la cercana franja fronteriza.

La visita de Netanyahu a Rafah fue anunciada pocas horas después de que el ultraderechista ministro israelí de Seguridad Nacional, Itamar Ben-Gvir, visitó el jueves el lugar más sagrado de Jerusalén, un gesto que amenazaba las conversaciones sobre un cese el fuego en Gaza.