Naciones Unidas anunció al martes que suspendió la distribución de alimentos en Rafah, debido a la falta de suministros y la inseguridad imperante en esa ciudad del sur de Gaza, añadiendo que ningún camión entró en los últimos dos días por el muelle flotante erigido por Estados Unidos.
El organismo mundial no especificó cuánta gente queda en Rafah luego que las fuerzas israelíes lanzaron una intensa ofensiva allí el 6 de mayo, pero parece haber varios miles de personas. El Programa Mundial de Alimentos (PMA) también advirtió que el centro de Gaza se está quedando sin alimentos.
Abeer Etefa, vocera del PMA, una agencia adscrita a la ONU, advirtió que “las operaciones humanitarias en Gaza están al borde del colapso”. Si no empiezan a llegar alimentos y suministros “en cantidades masivas, imperarán condiciones de hambruna”, agregó.
La advertencia surge en momentos en que Israel trata de contener el daño causado por el pedido del fiscal jefe de la Corte Penal Internacional de solicitar órdenes de arresto contra líderes israelíes y del grupo palestino Hamás, una gestión respaldada por tres países europeos, incluso Francia. El fiscal Karim Khan citó al primer ministro israelí Benjamin Netanyahu y a su ministro de Defensa Yoav Gallant por supuesto “uso de la hambruna como herramienta de guerra”, una acusación que ellos y otros funcionarios israelíes rechazan enojadamente. El fiscal también acusó a tres líderes de Hamás de crímenes de guerra, por las muertes de civiles en el ataque que ese grupo armado encabezó el 7 de octubre, el cual desató la actual guerra.