Panamá mantiene a 299 deportados por el gobierno de Donald Trump en los últimos días metidos en un hotel capitalino sin poder salir, mientras se gestiona el retorno de los extranjeros a sus respectivos países. Y más del 40% de ellos, según datos de las autoridades, se niega a regresar voluntariamente a su patria.
Panamá, que ha tenido que lidiar en los últimos años con una masiva migración irregular por la peligrosa jungla del Darién con rumbo a Estados Unidos, ahora enfrenta esta situación con los deportados encerrados en un hotel, algunos de los cuales implorando ayuda y expresando temor por su retorno.
El ministro de Seguridad, Frank Abrego, dijo en rueda de prensa que los deportados —de diez nacionalidades y mayormente de Asia— están recibiendo atención médica y alimentación, como parte de un acuerdo migratorio entre Panamá y Estados Unidos que data de la pasada administración de Joe Biden y que se extendió con la llegada de Donald Trump a la Casa Blanca.
Panamá mantiene a 299 deportados por el gobierno de Donald Trump en los últimos días metidos en un hotel capitalino sin poder salir, mientras se gestiona el retorno de los extranjeros a sus respectivos países. Y más del 40% de ellos, según datos de las autoridades, se niega a regresar voluntariamente a su patria.
Panamá, que ha tenido que lidiar en los últimos años con una masiva migración irregular por la peligrosa jungla del Darién con rumbo a Estados Unidos, ahora enfrenta esta situación con los deportados encerrados en un hotel, algunos de los cuales implorando ayuda y expresando temor por su retorno.
El ministro de Seguridad, Frank Abrego, dijo en rueda de prensa que los deportados —de diez nacionalidades y mayormente de Asia— están recibiendo atención médica y alimentación, como parte de un acuerdo migratorio entre Panamá y Estados Unidos que data de la pasada administración de Joe Biden y que se extendió con la llegada de Donald Trump a la Casa Blanca.