Para finales de siglo, la población de Estados Unidos disminuirá sin una inmigración sustancial, los adultos mayores superarán en número a los niños y los blancos no hispanos representarán menos del 50 % de la población, según las proyecciones publicadas el jueves por la Oficina del Censo de Estados Unidos.
Las proyecciones demográficas ofrecen una idea de cómo será la nación a principios del próximo siglo, aunque un pronóstico de décadas en el futuro no puede predecir lo inesperado, como una pandemia.
Las proyecciones pueden ayudar a Estados Unidos a prepararse para el cambio, desde anticipar las demandas de atención médica para las personas mayores hasta brindar información sobre la cantidad de escuelas que deben construirse en las próximas décadas, dijo Paul Ong, profesor de asuntos públicos de la Universidad de California en Los Ángeles (UCLA).
Los cambios de población se deben a nacimientos y muertes, que son más predecibles, y a la inmigración, más incierta. Por eso, la Oficina del Censo ofrece tres proyecciones diferentes hasta el año 2100 basadas en inmigración alta, media y baja.
En el escenario de baja inmigración, la población estadounidense se reducirá a 319 millones de personas para 2100, desde la población actual de 333 millones. Crecerá hasta 365 millones de personas a finales de siglo en el escenario de inmigración media y hasta 435 millones en el escenario de inmigración alta. En cada escenario, el país está en camino de volverse más viejo y más diverso.
Los expertos dicen que predecir las tendencias de la inmigración es más difícil que en el pasado, cuando la migración estaba estrechamente vinculada a la atracción de las oportunidades económicas en Estados Unidos.
Cuando la inmigración es impulsada por el cambio climático, las tensiones sociales exacerbadas por gobernantes autoritarios y pandillas, así como el sentimiento antiinmigrante fluctuante en Estados Unidos, es más difícil de predecir, dijo Manuel Pastor, profesor de Sociología y Estudios Estadounidenses y Etnicidad en la Universidad del Sur de California.
“En el pasado decíamos que la inmigración se originaba por la economía, y se podían hacer algunas proyecciones razonables”, dijo Pastor. “Ahora tenemos estas presiones para que la gente venga a Estados Unidos, y tenemos una reacción racializada adicional a la migración, tenemos una banda de error mucho más amplia, o el potencial de cometer errores”.