Corea del Norte ha enviado alrededor de 10.000 soldados a Rusia para entrenar y combatir en Ucrania dentro de “las próximas semanas”, afirmó el Pentágono el lunes, en una medida que, según mandatarios occidentales, intensificará la guerra de casi tres años y sacudirá las relaciones en la región Indo-Pacífico.
Algunos de los soldados norcoreanos de antemano se encuentran cerca de Ucrania, dijo la vocera del Pentágono, Sabrina Singh, y se cree que se dirigen a la región fronteriza de Kursk, donde Rusia ha estado batallando para frenar una incursión ucraniana.
El lunes temprano, el secretario general de la OTAN, Mark Rutte, confirmó informes recientes de la inteligencia ucraniana de que algunas unidades militares norcoreanas ya se encontraban en la región de Kursk.
Añadir miles de soldados norcoreanos al conflicto más grande en Europa desde la Segunda Guerra Mundial aumentará la presión sobre el agotado y presionado ejército ucraniano, además de avivar tensiones geopolíticas en la península de Corea y en la región del Indo-Pacífico en su conjunto, que incluye a Japón y Australia, según funcionarios occidentales.
El presidente ruso Vladímir Putin tiene un gran interés en redibujar la dinámica de poder global. La semana pasada trabajó en formar un contrapeso a la influencia occidental con una cumbre de los BRICS en Rusia a la que asistieron los mandatarios de China e India. Putin ha buscado la ayuda directa para la guerra de Irán, que ha suministrado drones, y de Corea del Norte, que ha enviado grandes cantidades de municiones, de acuerdo con gobiernos occidentales.