Estados Unidos está rastreando un supuesto globo espía chino que ha sido visto sobre su espacio aéreo durante un par de días, pero el Pentágono decidió no derribarlo debido al riesgo de lastimar a personas en tierra, informaron funcionarios el jueves. El descubrimiento agrega tensión a las ya difíciles relaciones entre Washington y Beijing.

Un alto funcionario de Defensa dijo a reporteros que Estados Unidos “está bastante seguro” de que se trata de un globo estratosférico chino y que sobrevolaba sitios estratégicos para recolectar información. Uno de los lugares en los que se vio al globo fue sobre Montana, donde se ubican silos de misiles nucleares en la Base Malmstrom de la Fuerza Aérea. El funcionario habló bajo condición de anonimato a fin de discutir información delicada.

El general de brigada Patrick Ryder, secretario de prensa del Pentágono, emitió una breve declaración al respecto, en la que dijo que el gobierno sigue rastreando el globo. Señaló que “actualmente viaja a una altitud muy superior a la del tráfico aéreo comercial y no representa una amenaza militar o física a las personas en tierra”.

Señaló que se ha registrado actividad similar en los últimos años. Añadió que Estados Unidos tomó las medidas necesarias para garantizar que no recabe información delicada.

Un alto funcionario del gobierno, quien habló bajo condición de anonimato al no estar autorizado a revelar información delicada, dijo que el presidente Joe Biden fue informado al respecto y pidió a las fuerzas armadas que presentaran opciones. El secretario de Defensa, Lloyd Austin y el general del Ejército Mark Milley, jefe del Estado Mayor Conjunto, recomendaron no tomar “acción cinética” debido a los riesgos a la seguridad para las personas en tierra. Biden aceptó la recomendación.

El funcionario de Defensa señaló que Estados Unidos se puso en comunicación con funcionarios chinos mediante distintos canales para expresar la gravedad del asunto.

El anuncio del Pentágono se produce días antes de que el secretario de Estado Antony Blinken realice su primer viaje a China, el cual se tenía previsto para el fin de semana, con el objetivo de encontrar puntos en común. Aunque el Departamento de Estado no ha anunciado formalmente la visita, tanto Washington como Beijing han estado hablando de su inminente llegada.