El presidente izquierdista Pedro Castillo cumple el jueves, 28 de julio, un año en el poder. Castillo, antes maestro rural, atraviesa un panorama político complejo según sondeos de opinión que muestran que cuenta con una desaprobación de alrededor del 80%, una cifra no vista en ninguno de sus predecesores en los últimos 20 años.

“Es un gobierno que está muy complicado en materia de lucha contra la corrupción”, señaló el politólogo José Alejandro Godoy. “A un año de mandato, tenemos a un gobernante que tiene cinco investigaciones fiscales abiertas que lo ponen en una situación delicada”, agregó.

El Ministerio Público investiga a Castillo por cinco casos, el primero de los cuales tiene que ver con los ascensos irregulares en las Fuerzas Armadas y la Policía Nacional en noviembre del año pasado.

También por un presunto favorecimiento a una empresa para lograr un contrato con la petrolera del Estado peruano. Después, por el plagio en su tesis de maestría y por la licitación de un puente en la selva del país.

Y lo más reciente, por un “presunto encubrimiento” para no atrapar a los prófugos de su gobierno, entre ellos a Bruno Pacheco, quien fue secretario personal de Castillo.

Pacheco, quien se entregó a la justicia tras estar más de 100 días prófugo, resulta un hombre clave en las pesquisas contra el mandatario, y confesó que este dio la orden para facilitar su huida en marzo, cuando se le dictó prisión preventiva por tres años. También dijo que hubo una red de sobornos para ascender a miembros de la Policía, según informaron las autoridades.

En paralelo a los escándalos de corrupción, la administración de Castillo ha nombrado a más de 60 ministros en lo que va de gobierno.

“No han existido mayores cambios o reformas que Castillo prometió en campaña. No ha existido una dirección clara hacia dónde quiere ir este gobierno. Hay una falta de rumbo y liderazgo del presidente”, apuntó Godoy, catedrático de la Pontificia Universidad Católica de Perú.

Castillo designó al congresista Guido Bellido, representante del Partido Perú Libre, que llevó al poder al presidente, en la jefatura del gabinete de ministros. Luego apostó por Mirtha Vásquez, una abogada progresista y que lideró el Parlamento en 2020; tuvo por un breve periodo al congresista Héctor Valer, quien renunció por denuncias de violencia familiar, y finalmente depositó su confianza en el jurista Aníbal Torres, que se desempeñaba como ministro de Justicia.

“El presidente está solo. Ya no tiene tantos aliados cuando llegó al gobierno. La coalición de izquierda que lo sostuvo en un primer momento se ha dividido. La izquierda progresista, más cercana a Veronika Mendoza, y la facción radical, a Vladimir Cerrón, tienen prioridades distintas”, dijo Godoy sobre las alianzas que tendría Castillo para sostenerse en la presidencia.

El presidente enviará un mensaje a la nación este jueves, del que “se espera muy poco”, dijo Godoy.

“Es un presidente que no tiene muchos logros por exhibir debido a que se ha dedicado a sobrevivir en el poder”, apuntó.

Godoy menciona que Castillo podría tal vez mencionar como algunos logros que, durante su gestión, se aceleró el proceso de vacunación contra el coronavirus para evitar que una tercera ola de la pandemia tenga efectos negativos. Además, añade, que entregó una ayuda económica a 13.5 millones de peruanos y reactivó la actividad turística tan golpeada en los últimos dos años.

Por su parte, congresistas de la oposición han señalado en los últimos días que hay dos vías para acabar con la crisis política: la vacancia por incapacidad moral o un juicio político al presidente Castillo.