El presidente colombiano Gustavo Petro instaló el sábado un nuevo periodo legislativo en el Congreso que será clave para el futuro de las ambiciosas reformas sociales para las que propuso un acuerdo político y en las que insistirá cuando llega a la mitad de su mandato.
De fondo hizo ruido un escándalo de corrupción en la estatal Unidad Nacional para la Gestión de Riesgo y Desastres por presuntos sobrecostos en contratos que habrían servido para supuestos sobornos en favor de las reformas sociales. Exfuncionarios, ministros y congresistas han sido cuestionados y algunos enfrentan investigaciones judiciales.
Ante el Congreso en pleno, Petro pidió perdón por el caso de presunta corrupción, especialmente por nombrar al exdirector que es investigado por la fiscalía: “Hay una responsabilidad política… y tengo que asumirla”. El mandatario se comprometió a recuperar los dineros.
Petro ha apostado su capital político a las reformas sociales, como parte de sus promesas de campaña para reducir la brecha de desigualdad, que considera un problema preponderante en el país. Sin embargo, las victorias han sido pocas. La más notable fue la reforma pensional aprobada en junio, que cambia el esquema que funcionaba hace tres décadas. Pero se hundieron la reforma a la salud y la ley para regular el sistema educativo.