La presidenta peruana Dina Boluarte no aclaró el sábado el origen de tres relojes de lujo por el que la fiscalía allanó su casa y el palacio presidencial en la madrugada mientras la indaga de forma preliminar por los delitos de enriquecimiento ilícito y omisión de declarar en agravio del Estado.

En un mensaje por la televisión pública, Boluarte extendió el misterio sobre cómo llegaron a su muñeca derecha tres relojes marca Rolex que ha usado en actos públicos y dijo que su defensa le recomendó “que no haga todavía ninguna declaración” pública hasta que lo haga ante el Ministerio Público.

Boluarte comentó que la fiscalía actuó de forma “inconstitucional”, que “viene siendo atacada sistemáticamente”, y en consecuencia se genera “inestabilidad política, social y económica”. La presidenta se preguntó “desde cuando un sector de la prensa se preocupa en lo que usa o no usa una presidenta… espero y quiero creer que no es un tema sexista o de discriminación”.

Un grupo de legisladores de izquierda presentó una moción al Congreso para remover a la presidenta por “permanente incapacidad moral” tras juntar 26 firmas. El proceso para destituir un presidente es incierto, se necesita 52 firmas para que el pedido sea admitido a debate y luego 87 votos para removerla del cargo. La presidenta dijo hace una semana que no le teme “a las vacancias”.

Los partidos Fuerza Popular, Alianza por el Progreso y Renovación Popular, con legisladores en el Parlamento, descartaron un apoyo al pedido de destitución. El presidente del más poderoso gremio empresarial, Alfonso Bustamante, dijo que el allanamiento de la fiscalía era “desproporcionado”

El allanamiento ejecutado por la fiscalía general empezó antes de la medianoche del viernes cuando un policía, usando un mazo, rompió la cerradura de la puerta de la casa de la presidenta en un barrio de Lima luego que nadie le abrió. Por la tarde las televisoras mostraron a un cerrajero arreglando la puerta.

Es la primera vez en Perú que los fiscales ingresan por la fuerza al domicilio de un presidente en ejercicio, en un país acostumbrado a que la justicia ordene registros en casas de exmandatarios o dicte prisión para expresidentes investigados por corrupción. Los allanamientos al palacio sí han ocurrido antes.

La redada buscaba incautar tres relojes de lujo marca Rolex usados por Boluarte que se han convertido en el nuevo dolor de cabeza de la mandataria en medio de los problemas nacionales que incluyen los elevados casos de dengue y el avance de la delincuencia que extorsiona a los pequeños negocios.

El abogado presidencial, Mateo Castañeda, comentó a la radio RPP que en el allanamiento se hallaron “unos 10” relojes “bonitos” en el palacio donde incluso se revisó debajo de “las alfombras”. No dijo cuántos de esos relojes eran marca Rolex y añadió que la policía tomó fotos a los artículos de lujo. Aseguró que la mandataria declarará a la fiscalía el 5 de abril.

En una inusual entrevista en la madrugada, mientras se producía el allanamiento al palacio, el primer ministro Gustavo Adrianzén dijo a la radio RPP que la fiscalía estaba generando “una tormenta donde no la hay” y estaba causando “un ruido político que afecta a las inversiones”.