De acuerdo con versiones del gobierno de Venezuela, el presidente Nicolás Maduro y miembros de su círculo íntimo han sido blanco de varias conspiraciones desde el año pasado que podrían haberlos herido o algo peor.

Se han dado a conocer pocos detalles sobre los supuestos complots. Pero el gobierno los ha citado en los arrestos de más de 30 personas desde enero, incluido el de una destacada abogada de derechos humanos y empleados de la principal candidata presidencial de la oposición.

Grupos no gubernamentales locales e internacionales, las Naciones Unidas y gobiernos extranjeros han descrito la represión como un pretexto para sofocar a la oposición política antes de las elecciones presidenciales del 28 de julio en las que Maduro, en el poder desde 2013, buscará un nuevo mandato de seis años.

Los últimos arrestos se llevaron a cabo el miércoles poco antes de que el fiscal principal del país anunciara órdenes de arresto para nueve personas que trabajaban en la campaña de la candidata María Corina Machado, a quienes acusó de participar en una conspiración.

Oscar Murillo, coordinador general del grupo venezolano de derechos humanos Provea, refirió que los funcionarios coordinan acciones de la policía, el ejército y los grupos cívicos para reprimir cualquier actividad antigubernamental.