El político centrista Benny Gantz, uno de los tres miembros del Gabinete de Guerra israelí, anunció su renuncia el domingo y acusó al primer ministro Benjamin Netanyahu de un mal manejo de la guerra y de poner su propia “supervivencia política” sobre las necesidades de seguridad del país.
La medida no plantea una amenaza inmediata para Netanyahu, cuya coalición sigue teniendo mayoría en el Parlamento. Sin embargo, el mandatario israelí se vuelve más dependiente de aliados de ultraderecha, quienes se oponen a la más reciente propuesta de cese del fuego de Estados Unidos y quieren seguir adelante con la guerra.
“Desafortunadamente, Netanyahu nos impide lograr una verdadera victoria, que es la justificación para el doloroso precio que estamos pagando”. Agregó que Netanyahu “hace falsas promesas” y que el país necesita tomar una dirección diferente ya que se espera que el combate continúe durante años.
Gantz, un popular exjefe militar, se sumó al gobierno de Netanyahu poco después del ataque de Hamás en una demostración de unidad. Su presencia también aumentó la credibilidad de Israel ante sus socios internacionales. Gantz tiene buenas relaciones con funcionarios estadounidenses.