La Reserva Federal dejó su tasa de interés referencial sin cambios el miércoles después de haberla reducido tres veces consecutivas el año pasado, una señal de un enfoque más cauteloso mientras busca evaluar hacia dónde se dirige la inflación y qué políticas podría adoptar el presidente Donald Trump.
El banco central norteamericano redujo su tasa el año pasado al 4,3% desde el 5,3%, en parte por la preocupación de que el mercado laboral se estaba debilitando. La contratación se había desacelerado en el verano y la tasa de desempleo aumentó, lo que llevó a los funcionarios de la Fed a aprobar un recorte considerable de medio punto en septiembre. Sin embargo, la contratación se recuperó el mes pasado y la tasa de desempleo disminuyó ligeramente, a un bajo 4,1%.
En su declaración del miércoles, el banco mejoró su evaluación del mercado laboral, calificándolo de “sólido” y señalando que la tasa de desempleo “se ha estabilizado en un nivel bajo en los últimos meses”. La Fed también pareció endurecer su evaluación de la inflación, diciendo que “sigue siendo algo elevada”. Un mercado laboral más saludable y una inflación más obstinada típicamente implicarían menos recortes de tasas de la Fed en los próximos meses.
El presidente de la Fed, Jerome Powell, ha dicho que es más difícil evaluar hacia dónde se dirige la inflación, en parte debido a la incertidumbre sobre qué políticas adoptará Trump y cómo afectarán a la economía. Trump ha prometido aranceles generalizados, recortes de impuestos y la deportación masiva de inmigrantes, todo lo cual podría elevar los precios. La Fed típicamente mantiene las tasas de interés altas para desacelerar el préstamo y el gasto y enfriar la inflación.