El jefe de la diplomacia de Estados Unidos, Marco Rubio, instó el miércoles a su homólogo de Rusia, Serguéi Lavrov, a detener la “matanza” en Ucrania durante una reunión entre ambos al margen de la cumbre de la ONU, un día después de que el presidente Donald Trump endureciera su posición ante Moscú.

El martes, Trump hizo un cambio abrupto en su posición sobre el conflicto cuando sugirió que Kiev puede recuperar todo su territorio controlado por Rusia e “incluso ir más allá”, con el apoyo de la Unión Europea y la OTAN.

Hasta ahora, Trump se había mostrado crítico con el presidente ucraniano Volodimir Zelenski y cercano con el líder ruso, Vladimir Putin, con quien se reunió en Alaska el 15 de agosto para tratar de poner fin a la invasión de Ucrania.

Durante la reunión del miércoles con Lavrov, Rubio “reiteró el llamamiento del presidente Trump para que cese la matanza y la necesidad de que Moscú tome medidas significativas hacia una resolución duradera de la guerra entre Rusia y Ucrania”, afirmó el portavoz del Departamento de Estado, Tommy Pigot.

Lavrov respondió, según una nota del Ministerio ruso de Asuntos Exteriores, subrayando “el carácter inaceptable de los planes promovidos por Kiev y algunas capitales europeas destinados a prolongar el conflicto”.

Más temprano, el presidente ucraniano había elogiado a Trump por cambiar su posición ante Moscú, aunque también puso en duda la capacidad de la OTAN para garantizar la seguridad de su país ante la ofensiva rusa.

“Debido a que las instituciones internacionales son demasiado débiles, esta locura continúa. Incluso formar parte de la alianza militar de larga data (OTAN) no significa automáticamente que se esté a salvo”, declaró Zelenski ante la Asamblea General de la ONU en Nueva York.