Drones ucranianos de largo alcance se estrellaron el martes contra dos instalaciones petroleras en lo profundo de Rusia, dijeron funcionarios, mientras que una incursión armada reivindicada por opositores rusos al Kremlin afincados en Ucrania sacudió una región fronteriza unos días antes de la elección presidencial en Rusia.
El ataque, realizado por oleadas de drones en ocho regiones de Rusia, mostró la creciente capacidad tecnológica de Kiev mientras la guerra entra en su tercer año. El ataque transfronterizo en tierra también debilitó el argumento del presidente ruso Vladímir Putin de que la vida en Rusia no ha sido afectada por la guerra, aunque es casi seguro que gane otro mandato de seis años tras eliminar a toda la oposición.
El Ministerio de Defensa ruso informó que las fuerzas militares y de seguridad de Moscú mataron a 234 combatientes mientras repelían la incursión. En un comunicado, el ministerio culpó del ataque al “régimen de Kiev” y a las “formaciones terroristas de Ucrania”, e insistió en que las fuerzas militares y fronterizas rusas pudieron detener a los atacantes y evitar una incursión transfronteriza. También afirmó que los atacantes perdieron siete tanques y cinco vehículos blindados.
Los reportes sobre el ataque fronterizo del martes eran confusos y era imposible determinar con certeza lo que estaba ocurriendo en las regiones rusas de Kursk y Belgorod. Los ataques transfronterizos en la zona se han producido esporádicamente desde el comienzo de la guerra y han sido objeto de acusaciones cruzadas, así como de desinformación y propaganda.