Las fuerzas armadas rusas señalaron el martes que sofocaron lo que aparentemente fue uno de los peores ataques transfronterizos desde territorio ucraniano desde el inicio de la guerra, y aseguran que mataron a más de 70 combatientes en un enfrentamiento que duró alrededor de 24 horas.

Moscú atribuyó el operativo, el cual comenzó desde el lunes, a saboteadores del ejército ucraniano. Kiev lo calificó como un levantamiento de guerrilleros rusos en contra del Kremlin. Fue imposible conciliar las dos versiones para establecer con certeza quién fue el responsable del ataque o cuáles eran sus objetivos.

El combate —el cual se registró en la región de Belgorod, en el suroeste de Rusia, a unos 80 kilómetros (45 millas) al norte de la ciudad ucraniana de Járkiv— fue un nuevo recordatorio de cómo Rusia sigue siendo vulnerable a ataques a lo largo de las regiones que ocupan las fuerzas rusas en Ucrania.

La región es un centro militar ruso que cuenta con depósitos de combustible y municiones, y que fue incluido en la orden que el mandatario ruso Vladímir Putin emitió el año pasado para incrementar la presteza del Estado para eventuales ataques y mejorar sus defensas.

El portavoz del Kremlin, Dmitry Peskov, se negó a detallar cuántos atacantes estuvieron involucrados en la operación o a comentar sobre por qué tomó tanto tiempo sofocar la agresión.

Este tipo de ataques a través de la frontera representan un duro golpe a la reputación del Kremlin y exponen los problemas que enfrenta en su estancada invasión a Ucrania.

Belgorod, al igual que la vecina región de Bryansk y otras zonas fronterizas, han sido escenario de incidentes colaterales esporádicos de la guerra, la cual comenzó Rusia al invadir Ucrania en febrero de 2022.