Las relaciones diplomáticas entre Israel y Colombia se tensaron el domingo luego de que el gobierno israelí convocara a la embajadora de Colombia en ese país para una “conversación reprimenda” y anunciara medidas de restricción comercial, a lo que el presidente colombiano, Gustavo Petro, respondió con un mensaje elevando el tono al mencionar que no apoyan “genocidios”.

El embajador de Israel en el país andino, Gali Dagan, anunció que el llamado a la embajadora colombiana Margarita Manjarrez se dio por considerar que las afirmaciones de Petro son “hostiles y antisemitas” y fueron recibidas con “asombro” ante un “salvaje ataque terrorista” de Hamás que dejó más de 1.300 israelíes asesinados y más de 150 secuestrados.

Petro quien no ha condenado directamente el ataque de Hamas a Israel ha emitido varios mensajes en sus cuentas de redes sociales comparando la situación de la Franja de Gaza con los campos de concentración nazi, desatando una lluvia de críticas.

Además de condenar dichas declaraciones, que “reflejan un apoyo a las atrocidades cometidas por los terroristas del Hamás” y que, según Israel, ponen en riesgo la paz de la comunidad judía en Colombia, las autoridades de ese país decidieron “detener las exportaciones de seguridad” hacia Colombia.