El gobierno del presidente venezolano Nicolás Maduro aumentó las tensiones con Brasil al acusar a un prominente asesor de relaciones exteriores del presidente Luiz Inácio Lula Da Silva de poner en riesgo las relaciones con otros países de la región, en favor de los intereses de Estados Unidos y al llamar a consultas a su embajador en Brasilia.

Este nuevo episodio ahondó la tensión que ambos países experimentan hace meses, tras los polémicos resultados de las elecciones venezolanas en julio, sobre las que Brasil, al igual que otros países, han pedido transparencia. A eso se sumó el reciente bloqueo que Brasil puso a la incorporación de Venezuela al grupo de los BRICS.

En un comunicado, la cancillería venezolana informó que llamó a consultas a su embajador en Brasilia, Manuel Vadell; y convocó a un encuentro en la capital veneozlana al encargado de negocios de Brasil, Breno Hermann, a los fines de “manifestar su más firme rechazo a las recurrentes declaraciones injerencistas y groseras de voceros autorizados por el gobierno brasileño”.

El documento resaltó en particular las declaraciones ofrecidas por Celso Amorím, asesor del presidente brasileño en política exterior, quien “comportándose más como un mensajero del imperialismo norteamericano (Estados Unidos), se ha dedicado de manera impertinente a emitir juicios de valor sobre procesos que solo le corresponden a los venezolanos”.